Conoce al Maestro: Carlo Carranza de Siddhartha’s Intent

El maestro budista, traductor y ex monje Carlo Carranza conversa con Mariana Restrepo de Buddhadharma, compartiendo sus ideas sobre cómo el budismo se adapta al contexto cultural occidental y cómo los practicantes occidentales pueden hacer suyo el dharma mientras...

Conoce al Maestro: Carlo Carranza de Siddhartha’s Intent

El maestro budista, traductor y ex monje Carlo Carranza conversa con Mariana Restrepo de Buddhadharma, compartiendo sus ideas sobre cómo el budismo se adapta al contexto cultural occidental y cómo los practicantes occidentales pueden hacer suyo el dharma mientras honran sus ideas y prácticas fundamentales.

A continuación, se presenta la transcripción traducida del inglés al español de la videoentrevista, la cual puedes acceder aquí.


Mariana Restrepo: Mi nombre es Mariana Restrepo. Soy parte del equipo editorial de Buddhadharma. Hoy tengo el placer de estar con Carlo Carranza, un practicante, maestro de profesión e instructor budista con más de 24 años de experiencia en la tradición budista tibetana. El camino de Carlo comenzó en 2001, cuando encontró las enseñanzas de Dzongsar Khyentse Rinpoche mientras estudiaba en la University of British Columbia.

Esta experiencia lo llevó a tomar votos monásticos, los cuales fueron otorgados por Su Santidad el 14.º Dalai Lama, votos que mantuvo por más de una década. Desde 2012, Carlo ha servido como instructor con Siddhartha’s Intent, difundiendo el budismo a un público más amplio. También participa activamente en el Programa Milinda de la Fundación Khyentse para Instructores Occidentales y es miembro de Siddhartha’s Intent en México y los Estados Unidos.

Mariana Restrepo: ¿Podrías compartir sobre tu trayectoria en el budismo como latino? Quizás también puedas contarnos qué aspectos del budismo resuenan más entre los practicantes latinos, sus valores y por qué.

Carlo Carranza: Como mencionaste, mi camino comenzó hace algunos años. Al crecer, siempre tuve grandes preguntas sobre la vida, como: ¿Por qué sufrimos? ¿Podemos ser realmente felices? ¿Qué pasa después de la muerte? Busqué respuestas en diferentes lugares, pero nada realmente me convencía. No digo que otras explicaciones o caminos espirituales fueran incorrectos, simplemente no sentía que me proporcionaran las respuestas que necesitaba.

Entonces encontré el budismo cuando asistí a una charla en mi universidad sobre las Cuatro Nobles Verdades, y comencé a leer más sobre el tema. Todo tenía sentido. Poco después, me mudé a Canadá para continuar mis estudios en University of British Columbia, donde conocí a mi maestro, Dzongsar Khyentse Rinpoche. Desde que lo conocí, supe que él era mi maestro y que el budismo era mi camino. Tenía solo 19 años en ese momento, y se sentía tan verdadero. Aunque he tenido muchos maestros, él es mi maestro principal. A los 23 años, después de terminar mis estudios y trabajar durante algunos años en una empresa estadounidense en México, decidí convertirme en monje. Recibí mis votos monásticos del 14.º Dalai Lama y tuve la oportunidad de estudiar en las cuatro escuelas diferentes del budismo tibetano, así como en la tradición Theravada.

Cómo latino, a menudo reflexiono sobre cómo el budismo se conecta con nuestra cultura, creciendo en una cultura occidental y en una familia latina, donde se nos enseña la importancia de las relaciones, la amistad, el respeto y la comunidad. Esos valores realmente coinciden con lo que el budismo enseña sobre la interdependencia, la compasión y la ayuda a los demás. El budismo también me dio una forma de enfrentar los desafíos de la vida con más sabiduría, algo que puede ayudar a cualquiera, sin importar su origen.

Mariana Restrepo: ¿De qué maneras has visto que los practicantes latinos y/u occidentales interpretan o practican el budismo de manera diferente a los enfoques tradicionales?

Carlo Carranza: Como dice mi maestro, en el budismo enfrentamos un obstáculo llamado cultura, y tú y yo, por ejemplo, terminamos vistiendo como tibetanos para aprender y practicar el budismo. Eso puede ser útil, pero la cultura, aunque necesaria, no es el budismo. La cultura es como el recipiente que contiene el mensaje del budismo. Por lo tanto, podemos aprovecharla y adaptarla cuidadosamente.

Dentro de la comunidad latina, he visto dos escenarios, y creo que es importante mencionar ambos.

El primer escenario es cuando las personas intentan contrastar, yuxtaponer o combinar nuestro trasfondo religioso tradicional con el budismo. No crítico este enfoque, pero a veces puede generar confusión. Las formas en que se presentan las ideas son diferentes, y pueden mezclarse.

Por ejemplo, algunas personas sustituyen la imagen de la Virgen María por Tara, o el concepto de Dios por el Buda, pensando que de esta manera practican budismo, lo cual puede llevar a malentendidos porque las ideas detrás de estas figuras son muy diferentes. Si no comprendes esto, podrías terminar mezclando tradiciones de una manera que no aporta claridad. Es importante aprender a diferenciar las prácticas culturales locales de las enseñanzas budistas.

El segundo escenario, que he visto tener más éxito, es cuando alguien intenta integrar la visión budista mientras aún continúa sus prácticas culturales. Por ejemplo, no hay nada de malo en tener un árbol de Navidad durante las fiestas navideñas y celebrar la Navidad siendo budista.

Por ejemplo, una persona puede llevar los valores de la familia, la comunidad y la devoción, que son fuertes en la cultura latina, a su práctica budista. No abandonan sus culturas ni sus raíces, sino que las integran en su práctica de una manera que apoya su camino hacia la sabiduría y la compasión.

Este enfoque permite mantener sus raíces culturales mientras se comprometen profundamente con las enseñanzas budistas. Así, el budismo se convierte en una herramienta real para la transformación.

Mariana Restrepo: Lo que estoy escuchando es que hay una diferencia entre la forma y la visión o la perspectiva. En un escenario, lo que externamente puede parecer la práctica budista de Tara, internamente, uno puede estar enfocándose en el concepto de la Virgen María, imponiendo ese concepto en la práctica de Tara. En este caso, el concepto budista de Tara está, de alguna manera, reemplazando la imagen de la Virgen María, pero la Visión o la perspectiva está mezclada o confundida.
Es importante diferenciar entre la forma y la visión. Internamente, mantener la visión o perspectiva correcta, mientras que externamente puede manifestarse de maneras diferentes. Pero no podemos confundir la visión con la forma.

Carlo Carranza: Exactamente.

Mariana Restrepo: ¿Crees que el budismo necesita adaptarse de alguna manera para que sea significativo para otras comunidades, ya sean latinas u occidentales? Y si es así, ¿cómo lo adaptamos?

Carlo Carranza: Esa es una muy buena pregunta. Personalmente, y según lo que he escuchado de mis maestros, no creo que el budismo necesite adaptarse en el sentido de cambiar las enseñanzas fundamentales, porque la visión es universal y atemporal. Conceptos como la impermanencia y la naturaleza de la realidad son tan verdaderos para las personas en Occidente como lo son en Asia, tanto en los tiempos modernos como en los tiempos del Buda.
Hay verdades universales que no cambian según la geografía cultural. Dicho esto, lo que sí necesita adaptarse es la forma en que se presenta el budismo. La manera en que comunicamos las enseñanzas y las hacemos más accesibles y significativas para personas de diferentes contextos culturales. Por ejemplo, en la comunidad latina u otras culturas occidentales, podemos relacionarnos con diferentes metáforas, lenguajes o incluso ciertas prácticas. El núcleo de las enseñanzas debe permanecer intacto, pero la forma de explicarlas puede ajustarse para conectar más profundamente con las experiencias de vida, los valores y las formas de pensar de las personas.

Ese es un punto importante: presentar el budismo de una manera que reconozca e incorpore los valores locales puede hacerlo sentir más significativo. Pero nuevamente, el núcleo de las enseñanzas, nuestro potencial o naturaleza búdica, la visión de la interdependencia, las cuatro nobles verdades, el camino hacia la liberación, etc., no necesitan cambiarse. Se trata más de cómo transmitimos estas enseñanzas de una manera culturalmente relevante que hable al corazón de la comunidad.

Mariana Restrepo: En tu experiencia, ¿puedes compartir algunos ejemplos de cómo se han desarrollado prácticas que se mezclan con las tradiciones culturales locales para que el budismo se sienta como una experiencia cultural más vivida?

Carlo Carranza: Sí, claro, hay muchos ejemplos de cómo se pueden desarrollar nuevas formas de práctica.
Pero primero, cuando se considera si el budismo necesita adaptarse para las comunidades occidentales o latinas, es importante enfatizar el papel de un maestro calificado. En el budismo, tener un maestro es esencial. Tener un guía es algo que no puede pasarse por alto. En las adaptaciones modernas, aunque los libros y los recursos en línea son útiles, no pueden reemplazar la guía personal de un maestro experimentado. Encontrar un maestro calificado puede ser un desafío, pero es crucial para comprender el dharma.

Entonces, para integrar efectivamente el budismo en las culturas locales, hay varios elementos clave que incluso encontramos en las enseñanzas y que debemos considerar. Mi maestro, Dzongsar Khyentse Rinpoche, a menudo enfatiza algunos de ellos. Ante todo, es esencial garantizar que las enseñanzas se traduzcan de manera que realmente sean entendidas y sentidas por la comunidad local.
El lenguaje, en este caso, forma parte de la verdad relativa. El lenguaje desempeña un papel crucial en este proceso. Sin las enseñanzas y prácticas disponibles en los idiomas locales, es difícil que las personas se conecten verdaderamente con el dharma de una manera que resuene con sus vidas y su cultura. Rinpoche dice que se trata de hacer que las enseñanzas cobren vida y sean accesibles, y eso comienza con una comunicación clara.

Otro aspecto vital es el establecimiento de comunidades locales de práctica, no sólo comunidades monásticas sino también comunidades laicas. Ahora bien, por supuesto, la presencia de monásticos locales, tanto mujeres como hombres, como parte del Maha Sangha o la gran comunidad, es importante para que el budismo eche raíces en un lugar donde las personas locales, monásticos y practicantes laicos se reúnan y puedan ofrecer enseñanzas, dirigir oraciones y personificar el camino.

Puedo darte algunos otros ejemplos que me parecen inspiradores de cómo las oraciones y rituales budistas se han adaptado a idiomas y tradiciones musicales locales. En la tradición Theravada, hay un monasterio en Australia que ha integrado exitosamente cantos locales en sus oraciones y rituales. También hay un centro en México donde han incorporado las enseñanzas y prácticas en expresiones culturales locales mientras mantienen el mensaje budista.

En la tradición tibetana, hay traducciones al español de las veintiún Alabanazas  a Tara y una versión coral tradicional de la Oración en siete líneas a Guru Rinpoche. También hay una adaptación musical de mariachi de la ofrenda del mandala en español en México y una versión al estilo vallenato de la Oración en siete líneas a Guru Rinpoche en Colombia. Todas estas adaptaciones han hecho que estas prácticas sean más accesibles a sus culturas particulares. Muchas personas encuentran más fácil conectarse con estas oraciones en sus propios idiomas y contextos culturales, lo que les permite experimentar las enseñanzas de manera más profunda.

Mariana Restrepo: Como colombiana, puedo decir que al escuchar la versión vallenato de la Oración de Siete Versos a Guru Rinpoche, tener esas dos cosas juntas me da un sentido de pertenencia, de orgullo. Realmente se siente como algo propio y parte de mi tradición. Creo que esas cosas son muy importantes para que los practicantes sientan que no están haciendo algo extraño que no pueden entender o relacionar completamente, sino que lo hacen suyo y lo integran en su experiencia de vida. Esos son ejemplos realmente geniales. Gracias por compartirlos.


También me pregunto si tal vez hay otros rituales que no son budistas y son parte de la cultura latina. Quizás sientas que armonizan con los principios budistas. Recientemente diste una charla sobre la celebración del Día de los Muertos desde una perspectiva budista. ¿Podrías contarnos más sobre eso?

Carlo Carranza: Hay muchos ejemplos de prácticas locales que se pueden integrar en nuestro camino budista. Como mencionaste, recientemente tuvimos un evento en el que exploramos el Día de los Muertos desde una perspectiva budista. Hicimos una meditación sobre la impermanencia basada en el gran maestro tibetano Tsongkhapa, con instrucciones de práctica breves, así como prácticas de ofrendas y el uso de las oraciones de Mipham Rinpoche.

Otro ejemplo es el concepto de ceremonias de boda budistas. Aunque tradicionalmente los budistas no tienen un ritual específico de matrimonio, algunos maestros, como Chögyam Trungpa o Lama Yeshe, han realizado ceremonias en el pasado. Hoy en día, maestros como el mío y otros realizan ceremonias de bendición para matrimonios exitosos, enfocándose en el beneficio de todos y enfatizando la práctica de las seis paramitas o perfecciones. En mi propia boda, tuvimos una mezcla de tradiciones latinas y asiáticas, incorporando las Seis Perfecciones.

Mariana Restrepo: Pensando en cómo el budismo en Occidente todavía está en sus etapas relativamente tempranas, ¿cuáles son algunos pasos prácticos pequeños o consejos que podrías dar a los centros budistas locales o a los maestros budistas para que puedan implementar y hacer que el budismo sea más accesible y relevante para los practicantes occidentales, específicamente latinos?

Carlo Carranza: Creo que, en primer lugar, es importante ofrecer actividades en los idiomas locales. También creo que es crucial ofrecer más actividades para principiantes o incluso para personas que no son budistas. Muchos grupos o centros ofrecen actividades diseñadas para practicantes formales, lo cual es excelente, pero a menudo no brindan cosas básicas y breves para el público general. Como resultado, cuando las personas visitan centros de dharma, principalmente se encuentran con aspectos exóticos y religiosos del budismo. Si bien esto puede ser atractivo para algunos, para las generaciones más jóvenes, ofrecer prácticas básicas combinadas con reuniones sociales podría ser especialmente significativo. A las personas les gustan las interacciones sociales, y combinar la práctica con eventos comunitarios podría hacer que el budismo sea más accesible y motivador para una audiencia más amplia. O combinar la práctica del dharma con trabajo social, como voluntariado en comedores comunitarios o llevar comida a quienes la necesitan.

Otra forma sería acercarse a las escuelas para proporcionar instrucciones simples a los niños. Es importante para su educación aprender sobre su bondad básica y sobre su mente. Las cárceles son otro ámbito donde las enseñanzas budistas pueden ser extremadamente útiles. Solía visitar varias prisiones en el pasado para proporcionar algunas instrucciones básicas de meditación.

Mariana Restrepo: Absolutamente, sí, esos son excelentes puntos. Recuerdo que solía ir a un centro budista cuando comencé mi camino en el budismo. Solía asistir a una clase de introducción a la meditación. La maestra leía de un libro, y no era un libro introductorio, sino más bien un libro avanzado. Y recuerdo, por ejemplo, una vez que estaban leyendo sobre la descripción de los diferentes reinos, y alguien entró, era su primera vez en un centro budista, y estaba escuchando esta descripción muy exótica de cómo se ven los diferentes reinos, como los cielos y los infiernos. Y esa persona nunca regresó, ¿verdad? Entonces, sí, creo que es un gran punto también ofrecer cosas que no sean específicamente budistas, sino más enseñanzas que comuniquen la visión de una manera más amplia para una audiencia más amplia.

Recientemente escribiste un excelente artículo para Buddhadharma sobre los preliminares de la tradición budista tibetana, o el Ngöndro. Me da curiosidad saber qué piensas sobre cómo se ha adaptado esta práctica, la práctica de Ngöndro, para los occidentales, o si y cómo podría adaptarse más para esta nueva audiencia.

Carlo Carranza: Bien, creo que antes de responder esta pregunta, me gustaría compartir contigo una historia. Lo que acabas de decir sobre entrar a un centro budista y de inmediato comenzar a escuchar sobre los seis reinos de existencia… Por ejemplo, a los latinos les encanta este tema. No sé por qué, pero les encantan los seis reinos de existencia porque hablan de fantasmas, los cielos y los infiernos. Pongamos un ejemplo, de los seis reinos, lo que llamamos el reino infernal, que realmente en sánscrito significa naraka o narak, lo que significa “difícil de salir”. Esa es la traducción. Entonces lo traducimos como “infierno”, pero tiene una perspectiva cultural totalmente diferente, ¿sabes? “Difícil de salir”.

Así que estaba hablando con un maestro para el que estaba traduciendo. Era un maestro tibetano tradicional, ya de edad avanzada, y le dije: “El día de hoy la audiencia son  en su mayoría principiantes. Solo quiero mencionarlo o compartir esta información contigo porque no saben sobre budismo”. Y él dijo: “Oh, genial, gracias por decírmelo. Entonces comenzaré con algo muy básico”. Así que nos sentamos, y comenzó a hablar sobre lo que, para él, era lo más obvio y básico. Comenzó diciendo: “Después de ciclar en el samsara durante incontables renacimientos, ahora gracias a la cantidad de mérito que hemos acumulado en el pasado, nos encontramos aquí presentes y además hemos obtenido esta preciada vida humana que está libre de toda condición desfavorable incluidos los reinos inferiores, así que regocijémonos por ello”. La gente no tenía idea de lo que estaba hablando, pero para él, esto era obvio y básico.

Volviendo a la pregunta sobre el Ngöndro. Debo citar a mi propio maestro, Dzongsar Khyentse Rinpoche, cuando se trata de adaptar prácticas como las prácticas preliminares del llamado Ngöndro, creo que es esencial abordarlas con una comprensión adecuada y una guía clara. Porque sería como ir a una clase de matemáticas avanzadas sin conocer los principios básicos de matemáticas. Si vas a una clase de cálculo o álgebra… no es que esté prohibido para ti ir a esas clases o que sean solo para seres muy especiales. No es eso. Es que para entender este nivel avanzado de matemáticas, necesitas conocer los principios básicos. De lo contrario, entrarás al aula y dirás: “Esta gente está loca”. ¿Verdad? Bueno, las matemáticas avanzadas son muy, muy serias y una excelente enseñanza, Pero como no tienes sus fundamentos , no puedes entenderlas.  Asimismo las prácticas de Ngöndro están profundamente arraigadas en la visión budista, y es crucial mantener esa perspectiva central al adaptarlas a diferentes contextos culturales.

El Ngöndro, que incluye prácticas como postraciones, refugio y recitación de mantras, no son sólo tareas rituales. Son una forma de interactuar directamente con las enseñanzas fundamentales del Buda. Cuando intentamos adaptarlas sin preservar su significado o propósito original, corremos el riesgo de diluir el corazón de la práctica.

Rinpoche ha enfatizado a menudo que, aunque las diferencias culturales son importantes a considerar, las enseñanzas, como mencionamos, no deben cambiarse ni comprometerse. El objetivo del Ngöndro es cultivar estados mentales  adecuados, purificar la mente y desarrollar compasión, sabiduría y claridad. Por lo tanto, si estas prácticas se van a integrar en las culturas budistas o latinas, es importante que se enseñen con instrucciones precisas que conserven su potencial transformador.

Mi recomendación es usar una liturgia que te inspire. Hazla en un idioma que puedas entender o incluso graba tu propia voz durante las prácticas. Usa una canción para recitar la oración de refugio. Compón tu propia oración al Buda, el dharma y la sangha. Hazlo en cualquier momento durante o después de tu sesión de meditación. Mientras visitas un lugar, puedes ofrecer tantos mandalas como desees o recitar el mantra de Vajrasattva. La práctica debe presentarse de una manera que resuene con la cultura local, pero nunca olvidando su intención original. Este enfoque asegura que los practicantes, independientemente de su origen, puedan beneficiarse de ellas sin malentender o simplemente simplificar en exceso las enseñanzas.

Mariana Restrepo: Y de nuevo, algo que ya mencionaste y que enfatizas mucho es la importancia de un maestro y siempre tener esa guía. Cuando se trata de algo tan fundamental, creo que es aún más importante tener la guía de un maestro para asegurarse de comenzar desde el principio con la visión y la comprensión correctas de las prácticas.
Bueno, muchas gracias, Carlo. Muchas gracias. Fue un placer hablar contigo hoy. Muchas gracias. Espero que podamos hacer esto nuevamente en algún momento.

Carlo Carranza: Claro, Mariana. Muchas gracias. Muchas gracias a todo tu equipo. Y espero tener la oportunidad de reunirme contigo nuevamente pronto.

Mariana Restrepo: Gracias, Carlo.

Carlo Carranza: Gracias.

Mariana Restrepo

Mariana Restrepo is deputy editor of Buddhadharma, Lion’s Roar’s online source for committed Buddhists. She is Colombian with a Nyingma-Kagyu Tibetan Buddhist background, has an MA in Religious Studies, and currently lives in the Appalachian Mountains of North Carolina with her husband and two children.

Carlo Carranza

Carlo Carranza has studied and practiced Buddhism for over 24 years, beginning in 2001 with teachings from his main teacher, Dzongsar Khyentse Rinpoche, at the University of British Columbia. A monk for 10 years with vows from the 14th Dalai Lama, he is a Siddhartha’s Intent instructor. He has taught internationally, embraced a non-sectarian approach, translated works, and is involved with the Khyentse Foundation’s Milinda Program for Western Instructors.