Tara Verde: Siente su sabiduría y amor
Como buda femenina plenamente iluminada, Tara es la actualización de la compasión y la sabiduría. Meditar en ella, afirma Lama Palden Drolma, puede despertar nuestra propia naturaleza búdica. The post Tara Verde: Siente su sabiduría y amor appeared first...
Tara es la más querida de todos los seres iluminados femeninos del panteón budista tibetano. Al ser la esencia del amor y la compasión despiertos, se le conoce como “la madre de todos los budas” y “la que transporta a los seres a través del océano del samsara”.
Como buda femenina plenamente iluminada, Tara es la actualización de la compasión y la sabiduría, y meditar en ella nos ayuda a despertar nuestra propia budeidad. Su pie derecho está ligeramente extendido porque está lista para levantarse a ayudar a los seres. Su mano derecha se encuentra abierta sobre su rodilla derecha, en el gesto de la generosidad. Su mano izquierda sostiene el tallo de una flor de loto, que se abre junto a su oreja izquierda.
Debemos acercarnos a Tara con el corazón y la mente abiertos.
Para que Tara pueda beneficiarnos, debemos acercarnos a ella con el corazón y la mente abiertos. A través de la práctica continua de la meditación sobre Tara, podemos establecer una relación en la que seamos capaces de confiar y apoyarnos en ella, y cuanto más seamos capaces de abrirnos a Tara, más podrá beneficiarnos. Llevo más de cuarenta años invocando a Tara, rezándole y meditando en ella. En innumerables ocasiones he sentido su amor fluir en mí, y me ha ayudado espiritual, emocional y físicamente.
Un ejemplo reciente fue un periodo de ansiedad e incertidumbre que experimenté después de vender mi casa de muchos años y no saber qué iba a pasar después. Invoqué a Tara, le pedí ayuda y me abrí a su presencia en el cielo frente a mí. Al imaginar su néctar de amor incondicional vertiéndose en la coronilla de mi cabeza desde su mano derecha extendida, me sentí aliviada y reconfortada. Abandoné la ansiedad y el miedo y me conecté con mi naturaleza despierta, ilimitada e inseparable de la paz, la vacuidad, el amor y la conciencia. Tara me recuerda una y otra vez quién soy realmente.
Como todas las prácticas Vajrayana, la visualización de Tara puede ser muy elaborada. Pero aquí tienes una versión sencilla que puedes hacer y que contiene todos los pasos esenciales de la práctica de la deidad.
Meditación
1. Asienta tu mente
Permite que tu mente se asiente, descansando en una conciencia abierta y natural. Luego, toma refugio en los seres despiertos y genera la motivación para despertar tú también en beneficio de todos los seres sensibles. Recita: “Hasta el despertar me refugio en el Buda, el dharma y la noble sangha / Que por el mérito de mis actos de generosidad y demás cualidades del despertar / Alcance el pleno despertar en beneficio de todos los seres.”
2. Visualiza a Tara
Piensa que todo se disuelve en la vacuidad, en el espacio abierto. Luego visualiza que en el cielo frente a ti, a partir de la sílaba raíz de Tara, TAM, aparece instantáneamente Tara Verde, sentada en un loto completamente abierto y en un asiento de luna. Es de un color azul verdoso, como el de un lago de montaña. Está ataviada con sedas y joyas, que simbolizan las seis perfecciones trascendentales (paramitas) y el pleno despertar.
3. Invita a su sabiduría
Irradia luz desde el centro de tu corazón. Imagina que esta luz purifica el mundo fenoménico, realiza ofrendas a los iluminados e invita a la conciencia de sabiduría de Tara a estar presente contigo. Visualiza que esto sucede a través de numerosas pequeñas formas de Tara que llueven hacia la forma principal que has visualizado. Piensa que la Tara que has imaginado se vuelve inseparable de su conciencia de sabiduría real.
4. Recibe su amor
Repite su mantra, OM TARE TUTARE TURE SOHA, y visualiza que de su mano derecha extendida emerge un río de elixir de sabiduría, de color verde turquesa. Ello elimina todo miedo, otorga protección, elimina obstáculos y oscurecimientos, y te transmite la conciencia iluminada. Haz plegarias a Tara. Desahoga tu corazón ante ella y recibe su amor y su bendición.
5. Conviértete en Tara
Luego, imagina que Tara se disuelve en luz, y se disuelve en ti. Piensa que tu mente es inseparable de la mente iluminada de Tara. Visualízate en la forma de Tara, apareciendo como un cuerpo hecho de luz: la vacuidad y la forma inseparables. En el área del corazón hay un TAM verde azulado. Desde él, la luz irradia alegría, compasión, bondad amorosa, fuerza y ecuanimidad hacia todos los seres. Repite su mantra mientras tu corazón irradia estas cualidades.
6. Disuelve la visualización
Una vez que hayas terminado de repetir el mantra, disuelve gradualmente la visualización hasta que sólo quede una gota de luz turquesa en tu corazón, la esencia de tu sabiduría y compasión. Luego, la gota se disuelve en el espacio, como un arco iris que desaparece en el cielo.
7. Dedica el mérito
Permite que tu mente descanse de forma natural durante unos minutos. Luego dedica el mérito de tu práctica de meditación a todos los seres: “Que a través de esta bondad surja espontáneamente el despertar en nuestros continuos mentales / Que caigan todos los oscurecimientos y distorsiones / Que todos los seres se liberen del sufrimiento, y de las olas tormentosas del nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte.”
Lama Palden Drolma es psicoterapeuta certificada y fundadora y lama residente de la Fundación Sukhasiddhi en San Rafael, California. Completó su retiro de tres años bajo la dirección del difunto Kalu Rinpoche.
ESTEFANIA DUQUE (TRADUCTORA)
Estefania es licenciada en Lenguas Modernas e Interculturalidad por la Universidad De La Salle Bajío. Creció en la calidez de la comunidad budista de Casa Tibet México y actualmente cursa un Programa de Formación de Traductores de Tibetano en Dharma Sagar, con la aspiración de traducir el Dharma directamente del tibetano al español.
Lama Palden Drolma is a licensed psychotherapist and the founder and resident lama of Sukhasiddhi Foundation in San Rafael, California. She completed a three-year retreat under the direction of the late Kalu Rinpoche.