Movimientos mágicos del yoga tibetano

Dr. Alejandro Chaoul nos habla sobre el yoga tibetano y los beneficios que aporta a la práctica de meditación y a nuestra salud. También nos comparte un ejercicio simple que podemos practicar en casa. No es fácil calmar la...

Movimientos mágicos del yoga tibetano

Dr. Alejandro Chaoul nos habla sobre el yoga tibetano y los beneficios que aporta a la práctica de meditación y a nuestra salud. También nos comparte un ejercicio simple que podemos practicar en casa.

Photo by Michael Sexton

No es fácil calmar la mente. Por eso para muchas personas incluir movimiento en su práctica meditativa es de mucha ayuda. Aunque el yoga de las tradiciones de la India es más comúnmente conocido, las tradiciones tibetanas también tienen prácticas de yogas llamados trul khor o movimientos mágicos, o simplemente referidos como Yoga Tibetano.  El Yoga Tibetano tiene una tradición oral milenaria, al igual que una tradición escrita con varios textos sobre estas prácticas que se remontan al siglo décimo. 

Trulkhor, “movimiento mágico”, es una práctica tibetana distintiva de yoga físico en la que la respiración y la concentración mental se integran con movimientos corporales particulares. En contraste con los estilos indios de yoga en los que el practicante intenta mantener una postura con el cuerpo inmóvil y la respiración fluyendo naturalmente, en el trulkhor el practicante mantiene la respiración quieta mientras el cuerpo se mueve de tal manera que guía la respiración, que a su vez es guiada por la mente. Las tradiciones religiosas tibetanas (Budismo y Bon) han empleado trulkhor como parte de su formación espiritual desde al menos el siglo X. Aunque el trulkhor se encuentra en las cinco tradiciones espirituales tibetanas, es más frecuente en las escuelas Kagyu, Nyingma y Bon. Si bien es posible que el trulkhor se haya practicado mucho antes y se haya conservado sólo como una tradición oral, los textos escritos apuntan a la práctica del trulkhor por parte de yoguis famosos de los siglos XI al XIII, como Marpa, Naropa y Drugyalwa Yungdrung, entre otros.

En 1993, en el monasterio Tritan Norbutse en Katmandú, Nepal, tuve la suerte de aprender el Yoga Tibetano de la tradición Bon del Zhang zhung Nyen Gyu, o el Linaje Oral de Zhang Zhung. Fue allí donde un monje joven, proveniente de la zona tibetana de Amdo nos enseñó esta práctica a un grupo de cuatro practicantes occidentales provenientes de Francia, Italia, Hong Kong, y yo de Argentina.

Como me costaba sentarme a meditar, ya que mi mente merodeaba como un mono, estos movimientos realmente fueron mágicos para mí. En otras palabras, el incorporar estos movimientos me cansaba un poco no sólo el cuerpo, sino también la mente, y eso me ayudaba a relajarme más fácilmente. Además, el contener la respiración y el exhalar fuertemente luego de la etapa final de cada movimiento, provocan experiencias sensoriales, visuales, de temperatura, etc, las cuales me ayudaron a exaltar mi estado meditativo. 

Desde ese entonces comencé a practicarlos a diario. Mi interés por el yoga Tibetano comenzó por la parte física y la meditación; mi interés en la parte académica llegó después. Eventualmente, hice mi maestría y doctorado en religiones Tibetanas, con una disertación sobre yoga tibetano y aplicaciones en centros de salud contemporáneos. En 1998, mi padre y Namkhai Norbu Rinpoche fueron diagnosticados con distintos tipos de cáncer, y eso me llevó a enfocarme en la aplicación de estas prácticas a personas con cáncer y sus cuidadores, en el MD Anderson Cancer Center en Houston.

La experiencia de traer estas prácticas a hospitales como el MD Anderson, me hizo buscar qué prácticas podrían ser suficientemente simples, laicas, y al mismo tiempo profundas, con posibilidad de tener cambios positivos para las personas con cáncer y sus cuidadores. Lo hablé con los maestros tibetanos Namkhai Norbu Rinpoche, y Tenzin Wangyal Rinpoche y comencé a enseñar meditación tibetana para personas con cáncer y sus cuidadores, y al año siguiente empezamos a crear protocolos de investigación con el Dr. Lorenzo Cohen, uno de los principales investigadores de la medicina integrativa en personas con cáncer.

Dentro del trulkhor existen prácticas que trabajan específicamente con el cuerpo energético o sutil. Este se compone de canales (sánscrito: nadis, Tibetano: tsa), corrientes de aliento vital (prana, lung) y esferas esenciales (bindus, thigle), proporcionando el territorio donde la mente y el cuerpo físico se interconectan. A medida que la respiración que circula en los canales se vuelve más equilibrada, los canales se vuelven cada vez más flexibles, lo que permite que las corrientes vitales de la respiración encuentren su propio ritmo cómodo y suave.

 En una manera más simple y sintética, se dice que nuestro cuerpo físico, energía y mente son las tres puertas a través de las cuales uno puede practicar y eventualmente alcanzar la iluminación. Por lo tanto, el trulkhor puede entenderse como movimientos que guían la energía que une la mente con el cuerpo denso y sutil. Esto trae experiencias internas o incluso místicas y transformación en el practicante (o sea, la magia). Además, con la ayuda de movimientos que guían la mente y corrientes de respiración vital hacia diferentes áreas, la práctica brinda la posibilidad de sanar el sistema cuerpo-energía-mente, que es el modelo de buena salud en la medicina tibetana.

 En nuestras investigaciones clínicas utilizando trulkhor con personas con cáncer, hemos visto que hay cambios positivos como disminución del estrés, mejor dormir, menor ansiedad, mayor sensación de bienestar, y de conexión espiritual (religiosa o no).

Este movimiento es un buen comienzo para integrar la mente, la respiración y el cuerpo. Los textos dicen que la respiración es como un caballo salvaje, y la mente el jinete que lo doma, y lo guía a través de los canales que son los senderos. Con cada movimiento guiamos nuestra respiración a través de nuestros canales, y en la exhalación se disuelve, dándonos la oportunidad de permanecer y reconocer el estado vacío y luminoso de nuestra mente natural.

A continuación les comparto un movimiento simple que pueden incluir en su práctica diaria. 

Movimiento interno del viento que todo lo permea 

Tibetan Yoga for Health and Wellbeing (Alejandro Chaoul)

Sentado/a, exhala todo el aire que puedas de tu cuerpo, contrayéndose, mientras te doblas hacia adelante desde tu cintura (Fig. 1).  Haz una pausa manteniendo esa postura y sosteniendo el aire en la exhalación,  Inhala lenta y profundamente,, sintiendo que llenas todo tu cuerpo, mientras vuelves a sentarte enderezando tu espalda  Pausa por un momento y sin exhalar, re-inhala sintiendo que activas la medicina del aire que permea (khyab lung en Tibetano) extendiendo tus brazos y permitiendo que ese aire se expanda llegando a tus brazos, piernas, dedos de las manos y los pies, y toda tu cabeza con sus órganos sensoriales.

Tibetan Yoga for Health and Wellbeing (Alejandro Chaoul)

 Retiene el aire por un momento, sintiendo esa expansión energética en todo tu ser. Exhala lenta y exhaustivamente, sintiendo que ese aire sale por todos tus poros. Descansa en esa sensación con más conciencia de esa espaciosidad.

Los movimientos mágicos no sólo te ayudan a la flexibilidad del cuerpo, sino también a entrenar la respiración y mantener la mente clara, fomentando  la calidez de los cuatro inconmensurables: compasión, amor, alegría y ecuanimidad.

ACERCA DE  ALEJANDRO CHAOUL

Dr. Alejandro Chaoul ha estudiado y practicado en la tradición Tibetana por más de 30 años con Namkhai Norbu Rinpoche, Yongdzin Tenzin Namdak, Tenzin Wangyal Rinpoche, y Su Santidad  Lungtok Tenpai Nyima. Alejandro completó el entrenamiento de siete años de Ligmincha Internacional y también obtuvo su doctorado (Ph.D.) en Religiones Tibetanas de Rice University. Actualmente es el director fundador del Mind, Body, Spirit Institute del  Jung Center en Houston. Alejandro enseña en español y en inglés, y es el autor de Tibetan Yoga for Health & Wellbeing, Tibetan Yoga: Magical Movements of Body, Breath, and Mind, y Chod Practice in the Bon Tradition. Además tiene un curso de Yoga Tibetano accesible por Wisdom Academy. Para más información de sus libros y cursos, pueden visitar su página alechaoul.com